Accesorios Espaciales: de la vida social de las cosas a la poética del herraje

Julieta González

Se habría llegado a una sala de estar, de siete metros aproximadamente de largo por tres de ancho. A la izquierda […] un gran diván de cuero negro deslucido, con una librería de cerezo pálido a cada lado en las que los libros se amontonarían desordenadamente. Sobre el diván, un portulano antiguo ocuparía toda la extensión del panel. Más allá de una mesita baja, al pie de una alfombra de oración de seda, sujeta a la pared […] y que formaría conjunto con la cortina de piel, se encontraría otro diván, perpendicular al primero […]; y, después del diván, un pequeño mueble con patas, lacado en rojo oscuro, con tres anaqueles sobre los que habría pequeños objetos de adorno: ágatas y huevos de piedra, cajitas de rapé, bomboneras, ceniceros de jade, una concha de nácar, un reloj de bolsillo, un jarrón de cristal tallado, una pirámide de cristal, una miniatura con marco ovalado. Más allá aún, después de una puerta acolchada, unos estantes superpuestos, formando el rincón, contendrían estuches y discos, junto a un tocadiscos cerrado, del que sólo se verían los cuatro mandos de acero damasquinado […] Un escritorio de persiana, abarrotado de papeles, de plumas, tendría ante él un silloncito de rejilla. Una ateniense sostendría un teléfono, una agenda de piel y un bloc de notas. Luego, pasada otra puerta, tras una librería giratoria, baja y cuadrada, coronada por un gran jarrón cilíndrico y por un espejo oblongo engarzado en un marco de caoba, una mesa estrecha, con dos banquetas tapizadas con tejido escocés, daría paso de nuevo a la cortina de piel.
Georges Perec, Las cosas: una historia de los años sesenta¹

El arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa ha declarado que el picaporte es el “apretón de manos del edificio”; ¿sería el interruptor de la luz el equivalente para la habitación? Pallasmaa señaló que el tacto es una parte clave de la memoria y la comprensión, que “el sentido del tacto nos conecta con el tiempo y la tradición”. Cuando tocas un interruptor de la luz, estás sintiendo la presencia de otros. También estás tocando la infraestructura, la red de cables que se extiende desde nuestras casas, desde los cables que se enroscan en la punta de nuestros dedos hasta los cables más gruesos, como ramas, que se extienden hacia el campo, hacia la red eléctrica nacional.
Dan Hill, ¿Qué pasó con el interruptor de la luz?, https://designmuseum.org/exhibitions/home-futures/the-light-switch\#

Para Georges Perec, un inventario de objetos podría constituir el tema y la columna vertebral de un cuento o incluso de una novela. En sus escritos, en particular Especies de espacios (1974), Las cosas: una historia de los años sesenta (1965) y La vida, instrucciones de uso (1978), los objetos, especialmente los domésticos, son generadores de espacios, acciones y narrativas. En Especies de espacios, Perec esboza “un proyecto de novela” (La vida, instrucciones de uso) como un experimento que, inspirado en un dibujo de Saul Steinberg de un edificio sin fachada, “se limita a describir las habitaciones así descubiertas y las actividades que se desarrollan en ellas” y luego procede a enumerar los objetos y las personas dentro del edificio que estructurarían la novela. La novela en sí misma abunda en estas descripciones detalladas de los objetos y su ocupación del espacio, una estratagema literaria ejemplar de los experimentos literarios oulipianos, que había utilizado magistralmente en su novela corta Las cosas…²

De manera similar, el inventario de objetos que ocuparán un espacio es un aspecto medular de la metodología de diseño de APRDELESP. Si algo distingue la práctica de APRDELESP como arquitectos y diseñadores, es su enfoque en el objeto cotidiano y el reconocimiento de su potencial generador. En su manifiesto sobre la apropiación del espacio afirman que “las construcciones no son contenedores vacíos esperando a sus habitantes, sino que están compuestas por una gran variedad de objetos que cambian constantemente”. De hecho, en los proyectos que han realizado a la fecha buscan hacer un inventario de los objetos pertenecientes a los propietarios de los espacios que están interviniendo y comprender cómo esos objetos ocuparán y darán forma al espacio.³ En consonancia con su manifiesto, también definen las presentaciones finales del espacio renovado o recién construido, ocupado por los objetos inventariados, como apropiaciones. Para APRDELESP, una silla es tan importante como un muro y buscan transmitir esta visión a los futuros propietarios o habitantes de tales espacios para que también puedan entender cómo los diferentes objetos organizan el espacio.

Dentro de este universo de objetos cotidianos, las sillas Monobloc, las cubetas de pintura industrial, los interruptores de luz, los taburetes de plástico, los enchufes eléctricos, las lámparas de trabajo y las extensiones eléctricas ocupan un lugar especial en su metodología e investigación. De hecho, su proyecto más reciente, Accesorios Espaciales, se enfoca en el humilde interruptor de luz, un elemento de los sistemas de iluminación interior y exterior que a menudo pasa desapercibido. Más allá de la centralidad de los objetos en su práctica de diseño arquitectónico, APRDELESP ha emprendido un análisis y exploración de objetos utilitarios y decorativos marginales e inadvertidos que, aunque esenciales y en ocasiones incluso icónicos, no ocupan un lugar central en la historia del diseño. APRDELESP trae estos objetos a la conversación y los combina de maneras inesperadas para producir formas híbridas de arquitectura y diseño que cuestionan la naturaleza de los espacios en los que vivimos hoy y cómo estos objetos también desempeñan un papel en la mediación de las relaciones humanas.

En 1929, al escribir sobre el Pavillon de l’Esprit Nouveau (1925), Le Corbusier propuso sustituir la palabra mobilier por équipement, un gesto que cambiaría las relaciones entre mobiliario y arquitectura, e introduciría una inflexión técnica y funcional en el diseño de los muebles del hogar que los distanciaría de los imperativos decorativos que habían prevalecido en el pasado y que para él “representaban tradiciones fosilizadas y un uso limitado”.⁴ De acuerdo con su concepción de la casa como una “máquina para vivir”, Le Corbusier sostenía que el término equipamiento suponía la “clasificación lógica de los diversos elementos necesarios para el funcionamiento de una casa que resulta de su análisis práctico”.⁵ Es posible entender por equipamiento no sólo los muebles, sino también los electrodomésticos, los armarios empotrados y las particiones, un concepto que podría extenderse al herraje y los accesorios funcionales.

El concepto de equipamiento y su papel en la organización del espacio doméstico propuesto por Le Corbusier y profundizado por Charlotte Perriand, quien había trabajado tanto con Le Corbusier como con Pierre Jeanneret para diseñar el sistema LC, fue en verdad una revolución que contribuyó a la remodelación del diseño industrial en las décadas siguientes. Además, el desplazamiento de materiales y formas de producción que trajo consigo el concepto de equipamiento, de la madera y la artesanía de la carpintería y la ebanistería hacia el metal y la producción industrial, abrió nuevas líneas de investigación y desarrollo en cuanto a la producción en masa de objetos domésticos y muebles. Otros conjuntos de conocimientos y materiales entrarían al mundo del equipamiento y, de hecho, destronarían al metal en el campo del mobiliario producido en masa. Los plásticos, una invención de los ingenieros de polímeros, así como las técnicas de moldeo y extrusión podrían acelerar y economizar el proceso de trabajo para masificar la producción de muebles y hardware de construcción de forma sin precedente. Los arquitectos y diseñadores aprovecharon la versatilidad de los plásticos para producir una gran cantidad de objetos y muebles modulares y apilables que se han convertido en iconos del diseño moderno y contemporáneo: las sillas de polipropileno moldeado de Robin Day de los años sesenta, las sillas modulares de plástico de Marco Zanuso y Richard Sapper, la silla Selene de Vico Magistretti (1961-1968), la Silla universal / No. 4867 (1967) de Joe Colombo y la Fauteuil 300 / Monobloc (1972) de Henry Massonet, de la cual deriva la humilde pero omnipresente y polémica “silla de plástico blanca” monobloque.

Podríamos decir que la aproximación de APRDELESP al mobiliario y la forma en que negocian la relación entre objetos, espacio construido y personas está marcada por la noción de equipamiento de Le Corbusier, pero también por el fenómeno de la producción en masa y el diseño en masa que inauguró la revolución del plástico. Por un lado, alineados con el ethos del equipamiento, APRDELESP rechaza la división jerárquica entre elementos construidos y objetos/mobiliario, reconociendo igualmente los papeles que desempeñan respectivamente en la producción y organización del espacio. Por otro lado, y quizás haciendo que Le Corbusier se revuelque en su tumba, asumen la fealdad de estos objetos de plástico producidos en masa, bastardos del diseño, cuya presencia se hace cada vez mayor en nuestro entorno construido. APRDELESP incorpora a menudo estos objetos en sus diseños espaciales y objetuales, como en su sala-jardín-bar, una exposición en Lodos en la que su mobiliario comunitario diseñado para encuentros sociales y de convivencia compartió espacio con taburetes de plástico “monobloque”, o su diseño para el Pabellón de México en la 18ª Bienal de Arquitectura de Venecia (2023) que también incluyó la silla de plástico “monobloque”.

Como parte de su investigación sobre estos objetos (www.aprdelesp.com), APRDELESP identifica el lugar que ocupan en la cultura vernácula y callejera mexicana contemporánea, aprendiendo de los usos que se les da a estos objetos en situaciones efímeras, informales e improvisadas. Estas lecciones se traducen en el uso y ocupación específicos del espacio que hace APRDELESP e incluso en su lectura del término “apropiación”, que emplean para transmitir el uso que se da a los espacios una vez que concluye el proceso de diseño y construcción para así reflejar cómo las arquitecturas y economías informales organizan los objetos y espacios para satisfacer sus necesidades, apropiándose de espacios que originalmente no estaban destinados a ciertos usos.

Su último proyecto de investigación, Accesorios Espaciales, retoma, amplía y profundiza sobre la noción de equipamiento de Le Corbusier y Perriand no sólo en términos de espacialidad y diseño, sino también en cuanto a los materiales y su enfoque sobre los objetos producidos en masa, expandiendo la noción de equipamiento para incluir los accesorios arquitectónicos y sus componentes. Marcando una distancia con los accesorios y herrajes diseñados a la medida que caracterizaban el vocabulario de diseño de arquitectos como Frank Lloyd Wright y Carlo Scarpa (bloques de concreto texturizado, juntas, perillas, manijas y otros componentes arquitectónicos), APRDELESP reutiliza herrajes y accesorios producidos en masa y de bajo costo para crear sus diseños.⁶

La serie de prototipos para los diferentes modelos que componen la línea Accesorios Espaciales consiste en objetos híbridos multifuncionales y multicanal que combinan diferentes tipos de herrajes que se encuentran comúnmente en las ferreterías, desde grandes cadenas como Home Depot o Sodimac hasta las tlapalerías del barrio e incorporan materiales industriales como el acero al carbón y el acero galvanizado. En lugar de tomar como punto de partida un único mueble autónomo, como una silla o una mesa, Accesorios Espaciales se centra en el “accesorio”, destacando los componentes arquitectónicos (manijas, enchufes, interruptores, ganchos, barras para colgar, perillas) que la mayoría de las veces quedan relegados a los márgenes del diseño. Al invertir la ecuación y repensar las proporciones y el diseño de algunos de sus elementos, el herraje no sólo se vuelve central, sino que también genera diferentes funciones y espacios. El soporte de un simple interruptor de luz se expande para incluir una plétora de objetos y funcionalidades, ganchos, lámparas, soportes, cestas, maceteros, espejos e incluso velas, creando así un espacio o una habitación en sí misma. En el caso del Accesorio Espacial PL-35 (CO1),⁷ ¿un vestíbulo, tal vez?

El enchufe múltiple, aún más modesto, se convierte en un objeto de diseño al expandirse y transformarse en una mesa de café con ruedas que también es una lámpara, portavaso y una estación de carga para múltiples dispositivos electrónicos,⁸ o un escritorio⁹ o un simple objeto de belleza¹⁰ que resume perfectamente su función como iluminación y fuente de energía eléctrica.

Los Accesorios Espaciales están diseñados para ser producidos en serie y APRDELESP ha proyectado diferentes configuraciones modulares que permiten acomodar los distintos modelos y tipologías. Para su presentación en la galería en AGO Projects, la línea de accesorios se mostrará sobre soportes de exhibición y estanterías que recuerdan a los de las ferreterías, transformando temporalmente la galería en una suerte de sala de exhibición de herrajes, componentes y accesorios.

Más allá de la centralidad de los equipamientos y los herrajes en su diseño, los Accesorios Espaciales de APRDELESP evocan la descripción ya citada que hace el diseñador Dan Hill del interruptor de luz y la experiencia táctil que éste ofrece, que nos conecta no sólo con la luz y el espacio de una habitación, sino también con la red eléctrica que corre detrás de las paredes, bajo los pisos, conectando habitaciones, casas, edificios y ciudades. APRDELESP ha rediseñado este electrodoméstico habitualmente modesto convirtiéndolo en un objeto multifuncional que también pone de manifiesto este sentido de tactilidad, y potencial de interconexión. Como proyecto general, es posible identificar en los Accesorios Espaciales de APRDELESP un intento de codificar el lenguaje del herraje ready-made en una gramática o una poética del equipamiento para el siglo xxi, cien años después de que el equipamiento de Le Corbusier y Charlotte Perriand transformara la casa y sus muebles en máquinas para vivir.